La historia de los Ponzetti es una historia con capítulos que aún se están escribiendo. Esa historia tuvo sus comienzos con un adolescente que llegó desde Italia a Argentina solo y hoy continúa, con tres nuevas generaciones, forjando una empresa sólida y en crecimiento.

Todo comenzó en 1938 con José Ponzetti, a quien con 14 años sus padres enviaron solo a Argentina para que iniciara una nueva vida lejos de los rigores de la guerra que por entonces sufría toda Europa. Don José, como ahora lo recuerdan sus sucesores, comenzó a comercializar combustibles en General Baldissera, un pueblito de la provincia de Córdoba que aún hoy cuenta con solamente 2.000 habitantes. Ese mismo año José fue nombrado agente de YPF, la compañía estatal de combustibles.

«Por entonces se vendía el combustible en lata», rememora su hijo José Luis, hoy al frente de la empresa. «Era la época de los Ford A y de los Ford T. Papá llegó a tener uno», dice orgulloso. Pronto, José Ponzetti incorporó la venta de neumáticos al negocio y al año siguiente, en 1939, estableció una gasolinera con el firme apoyo de su esposa, Filomena, quien trabajó a su lado junto a sus hijas Mafalda y Élida. «Los neumáticos se compraban en Buenos Aires y los enviaban por ferrocarril», recuerda José Luis. Eventualmente las latas de combustible fueron reemplazadas por tambores de 200 litros de los que se extraía la gasolina con una palanca manual.

Fueron años duros, pero también de crecimiento. En 1960 tomaron la posta los hijos: José Luis, que venía ayudando desde los 14 años, y Juan Carlos. La expansión gradual incluyó la construcción en 1978 de una gasolinera YPF con salón de ventas de neumáticos Goodyear. Y en 1985, la empresa se convirtió en distribuidor exclusivo de neumáticos Goodyear para toda la zona sudeste y noreste de la provincia de Córdoba con puntos de venta en San Francisco, Marcos Juárez, Isla Verde, General Baldissera y Bell Ville. Ese mismo año se abrió la primera sucursal en la vecina localidad de Isla Verde. Actualmente cuentan con cinco locales, 42 empleados (10 de ellos miembros de la familia), 12 camionetas que abastecen a minoristas de la zona y un stock de 25.000 cubiertas. Es zona granera, de modo que también se venden neumáticos para maquinaria agrícola.

Siguiendo el ejemplo de Filomena, Eva, la esposa de José Luis, trabaja junto a su marido. «Aquí trabajamos sábados, domingos, y feriados», afirma. Sus hijos Gabriela y José Carlos también colaboran en la empresa, y sus nietos Valentina, Federico, Ignacio, Candelaria y Ángelo están preparándose en sus estudios. El futuro está en camino o, como dice Eva, «la historia continúa«.